croquetas veganas

Croquetas veganas de espinacas y piñones

¿A quién no le gusta un plato de croquetas caseras? Para mí eso, más una cerveza al sol es igual a felicidad. Unas de mis favoritas siempre han sido las croquetas de espinacas y piñones.

Así que hoy os explico mi receta de croquetas de espinacas. Hacer croquetas siempre es un poco laborioso porque hay que preparar la masa de un día para otro y luego rebozarlas lleva un rato, pero el resultado lo merece. Yo suelo hacer de más y congelarlas una vez rebozadas, así en cualquier momento las tengo a mano para freír y disfrutar.

Ah, ya se me olvidaba deciros que se trata de una receta de croquetas veganas, pero sin nada que envidiar a la versión no vegana ya que sólo cambian un par de ingredientes de la bechamel y que no usamos huevo para rebozarlas 😉

Ingredientes (para unas 35 croquetas de espinacas)

  • 900 gr de espinacas congeladas
  • 40 gr de piñones
  • aceite de oliva para freírlas

 

Para la bechamel

  • 1 litro de leche de almendras (sin azúcar)
  • 110 gr de harina
  • 110 gr de aceite de oliva
  • sal, pimienta blanca y nuez moscada
  • para aromatizar la leche (opcional): media cebolla, un clavo de olor y dos hojas de laurel.

 

Para rebozar

  • pan rallado
  • leche vegetal

Preparación

1. En primer lugar cocemos las espinacas y las escurrimos muy pero que muy bien, presionándolas contra el colador hasta que no salga líquido.

2. Tostamos los piñones en una sartén.

receta de croquetas

3. A continuación empezaremos con la bechamel para croquetas. Lo primero es calentar la leche en un cazo hasta que empiece a hervir, añadiendo las hojas de laurel y la cebolla con el clavo pinchado para aromatizar si queremos. Retiramos y dejamos reposar 10 minutos.

4. Después, en una sartén antiadherente grande calentamos los 110 gr de aceite a fuego medio, cuando empiece a estar caliente añadimos la harina y removemos durante un par de minutos, para que la bechamel no sepa a harina cruda.

5. Vertemos la leche caliente, pasándola con un colador, y seguimos removiendo con las varillas durante unos minutos, añadiendo sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto.

6. Cuando tengamos una bechamel tan espesa que se separe con facilidad de las paredes, echamos las espinacas cocidas bien troceaditas junto con los piñones y removemos. En la foto podéis ver más o menos la textura que tiene que tener la masa, que al moverla se despegue de la sartén.

croquetas caseras

7. Ponemos la masa en una fuente y la tapamos con papel film, que quede en contacto completamente con la superficie para evitar que se forme «costra». Una vez se haya enfriado la metemos en la nevera durante unas horas, yo la dejo de un día para otro.

8. Y ya sólo nos queda rebozar y freír. Para rebozarlas cogemos con la mano una porción de masa y le damos la forma ovalada, las pasamos por pan rallado, leche vegetal y pan rallado de nuevo. Una vez rebozadas las freímos y ya tenemos listas nuestras croquetas de espinacas veganas 🙂

croquetas de espinacas veganas

Si no queremos freírlas todas podemos congelarlas una vez rebozadas, así cuando queramos las sacamos del congelador y las freímos directamente.

 

2 Comentarios
  • Kelly
    Publicado a las 03:18h, 25 agosto Responder

    Una consulta si no quiero freírlas las puedo hornear?

    • Marina
      Publicado a las 09:08h, 02 septiembre Responder

      ¡Claro! Con que estés atenta para que queden doradas pero sin quemarse, sin problema. Lógicamente por fuera quedan más sequitas al horno que fritas, pero el relleno estará igual de cremoso 🙂

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